JESÚS ES MI ALIMENTO Y YO SOY EL SUYO.

¿Tu corazón se siente endurecido e incapaz de rezar? No te angusties. Déjate descansar en Él aunque tu alma esté inquieta. Porque en tus profundidades tiene lugar la operación más dulce y divina. Dios se nutre de tu espíritu y tu espíritu se sustenta en el Espíritu de Dios. Esta morada y abrazo mutuos del amor no depende de tus sentimientos.

La oración nunca es más perfecta que cuando asciende desde la profundidad y esencia del alma; oramos, entonces, en el espíritu de Dios. Este es un lenguaje sublime, pero cuando Dios quiere, incluso las piedras hablan. Deja que el Soberano Dios reine en tu espíritu; allí debería haber un descanso recíproco: Dios en ti y tú en Dios. ¡Oh dulce, oh divina operación! Dios se alimenta a sí mismo, déjame decirte por falta de una palabra mejor: Dios se alimenta de ti mismo con tu espíritu, y tu espíritu se sostiene a sí mismo con el Espíritu de Dios: Jesús es mi alimento, y yo soy el suyo. No hay ilusión posible en esta operación, porque es un trabajo de fe y amor.




San pablo de la cruz
Viernes 13 de Diciembre del 2019

3 comentarios:

Pablo dijo...

Dios bendito y eterno, que profunda meditación, solo la divina Sabiduría permite expresar con palabras tales operaciones y solo el Espíritu Santo puede permitirnos vivirla. Cuando cuesta rezar es momento de meditar mas profundamente, es como si Dios nos invitara a adentrarnos mas profundo, es adentrarse en las moradas de santa Teresa. Perdiendo el gusto por alimentos blandos, Dios nos sacía con alimentos solidos, mas y mejores. Dios eres todo, bendito sea tu Santísimo Nombre.

Piedad dijo...

Hola, Eugenia.
Que Dios te bendiga todos los días de tu vida y el 2020 te traiga paz y amor para ti y los tuyos.
Un abrazo con cariño.

Marian dijo...

Feliz y Santa Navidad querida amiga.

Mis mejores deseos para ti y para tu familia.
Te deseo mucha santidad, y mucho amor.

Un fuerte abrazo.

Dios te bendiga siempre.