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ADORACIÓN: HORNO ARDIENTE DE AMOR

La práctica de la adoración no es difícil. Es una apacible permanencia en Mi presencia, un descanso en el resplandor de Mi Rostro Eucarístico, una cercanía a Mi Corazón Eucarístico. Las palabras, aunque a veces útiles, no son necesarias, ni lo son los pensamientos. Lo que busco de alguien que me adore en espíritu y en verdad es un corazón encendido de amor, un corazón satisfecho de permanecer en Mi presencia, silencioso y quieto, comprometido solo en el acto de amarme y de recibir Mi amor. Aunque esto no es difícil, es, al mismo tiempo, Mi propio regalo para el alma que lo solicita. Pide, entonces, por el don de la adoración.

La adoración es una oración austera porque descansa solo en la fe. Por la fe se eleva la llama pura de la esperanza, y de la llama de la esperanza, enciendo en el alma una gran conflagración de caridad, es decir, una comunicación al alma del fuego que arde en Mi Corazón Eucarístico. El fuego del amor divino no destruye lo que creé: un alma moldeada a Mi imagen y semejanza. Purifica esa alma y quema solo lo que es incompatible con Mi infinita santidad y con la pureza de Mi Esencia. El alma, sin embargo, no es aniquilada. El alma permanece, incluso en medio de las llamas purificadoras del amor divino, plenamente capaz de creer, de esperar y de amarme.

La adoración es un horno de amor. El alma llamada a una vida de adoración debe esperar sufrir la intensidad del horno ardiente y la remodelación de todo lo que se deforma en ella en la forja de Mi voluntad divina. Para que esto suceda, es suficiente que el alma se ofrezca a Mi amor, y permanezca humilde, pacífica y callada mientras yo la purifico y la transformo en Mi presencia. ¡Si solo las almas supieran el poder de purificar y transformar que emana de Mis tabernáculos!





In Sinu Jesu (Diario de un Sacerdote en la oración)
Sábado 18 de Agosto, del 2018

DEJA QUE TUS OJOS HABLEN

Amadas almas, en el sufrimiento y en la alegría, ir a Jesús escondido en la Sagrada Hostia y dejar que la dulzura de su amorosa mirada les llene. Como los enfermos que exponen sus cuerpos enfermos a los rayos curativos del sol, expongan sus miserias, sin importar lo que sean, a los rayos de luz que fluyen de la Sagrada Hostia.

¿Por qué diluir tu amor en un flujo incesante de palabras? ¿Por qué destruir el encanto de las íntimas comuniones con Él mediante la locuacidad infantil? ¡Que el silencio de la Eucaristía te enseñe a recordar en silencio! Pero, mientras tus labios estén quietos, deja que tus ojos hablen. Sí, díselo todo a Jesús con una larga mirada llena de adoración, amor y súplica. Pon toda tu ternura en esa mirada, todos tus deseos, tus penas, tus desilusiones, en una palabra, toda tu alma. Revitaliza tu fe y busca los ojos de Jesús a través de los velos eucarísticos. Que su mirada y la tuya se encuentren, se unan, y formen juntos una misma luz y el mismo fuego de amor. ¿Por qué buscas más? Pídele solo que se digne verte. Cuéntale con total confianza: "Mírame y ten misericordia de mí" (Sal 118, 132). Recordando que, tan pronto como Jesús miró a ese joven que se acercó a Él, lo amó. No temas decirle tú también a Él: "¡Mírame y... ámame!"




(La Sagrada Eucaristía: José Guadalupe Trevino)
Viernes 10 de Agosto, del 2018

CAPILLAS DE ADORACIÓN

"Las capillas de adoración no son meros refugios para los devotos. Son centros radiantes y apasionados de una intensa actividad divina que va más allá de los muros del lugar donde soy adorado para penetrar casas, escuelas y hospitales, para llegar incluso a aquellos lugares oscuros y fríos en donde las almas están esclavizadas a Satanás, para penetrar en los corazones, sanar a los enfermos, y llamar a casa a aquellos que se han apartado de Mí".



En Sinu Jesu (Diario de un Sacerdote en la oración)
Sábado, 28 de Julio del 2018

Quiero que vivas en Adoración y Silencio. (Corpus Christi # 2)

Pasa menos tiempo en el ordenador y más tiempo en Mi presencia. Te espero aquí. Anhelo verte ante mi. Quiero darte todos los signos de Mi amistad que Mi Corazón ha destinado para ti y para nadie más, pero para esto debes venir a Mí. Sigue las inspiraciones de Mi gracia.

No hay necesidad de que crezcas en la ansiedad o el temor. Continuaré hablándote siempre que vengas delante de Mí con un corazón tranquilo y confiado. Todavía tengo mucho que enseñarte. Quiero formarte en pureza, en caridad, en misericordia hacia los sacerdotes a tu cuidado y en la adoración incesante que deseo de ti.

Espérame. Ven a mi. Ábreme tu corazón y Yo te abriré el mío.

Este es uno de mis más conmovedores sufrimientos; encontrar corazones que están cerca para mí. ¿Cómo puedo tener amistad con alguien que cierra su corazón a Mí, que huye de Mi presencia, que no puede soportar estar en silencio, quieto y solo conmigo y para Mí?

Incluso para ti esto sigue siendo una lucha. Hay tantas cosas insignificantes que te alejan, que consumen tu tiempo, y que son obstáculos en el camino de tu venida a estar conmigo. Aprende a reconocer estos obstáculos por lo que son. Algunos de ellos son tuyos; otros son obra del Maligno; otros aún provienen de los cuidados ordinarios de la vida en un mundo que ha olvidado cómo estar en Mi presencia. No permitas que ninguna de estas cosas te detenga. Aprende a venir a Mí de forma rápida, generosa y alegre. Te espero en el sacramento de Mi amor, y no te decepcionará venir a Mí. Esto es realmente todo lo que pido a las almas, especialmente a mis sacerdotes y a ustedes Mis Hijas: que vengan a Mí. Y yo haré el resto.




Solemnidad del Corpus Christi 
In Sinu Jesu
Diario de un sacerdote en la oración
*Domingo, 03 de Junio del 2018

Mi amor por ti es Inmutable (Corpus Christi # 1)

"Te llamo a la novedad de la vida, y el principio de esa novedad es tu fidelidad a la adoración... Esta es tu llamada.  Este es el camino que he abierto ante ti para tu sanidad y purificación".

"Mi amor por ti es inmutable. Es fiel y es tan fuerte como tierno. Nunca te abandonaré y nunca debes dudar de que te he elegido para ser un amigo privilegiado de Mi Corazón, y esto a pesar de los pecados por los que tanto me afliges y hieres. Todo ha sido perdonado; el pasado ha sido consumido en el fuego de Mi amor misericordioso. Ahora, solo tienes que regocijarte en el amor con el que he convertido tu vida en un acto de adoración y de obediencia a Mis designios. Confía en el amor de Mi Corazón por ti. Avanza con confianza y con paz, porque estoy contigo y tú eres mía y mi amor nunca te fallará."





Solemnidad del Corpus Christi 
In Sinu Iesu
Diario de un Sacerdote en la oración.
Jueves, 31 de Mayo del 2018