¡OH AMADA CRUZ!

¡Que la santa cruz de Cristo permanezca siempre plantada en nuestro corazón! ¡Que nuestra mente sea injertada en este árbol de la vida y que produzca meritorios frutos de penitencia, a través de los méritos de la muerte del verdadero Autor de la vida! ¡Tu cruz es realmente grandiosa! Gracias a nuestro único Bien, quién te sostiene en la cruz. ¡Oh amada cruz! Oh santa cruz, árbol de la vida, de donde brota la vida eterna, te saludo, te abrazo, ¡te aprieto en mi corazón! Ah! estos son los sentimientos que deberían animarnos en nuestras pruebas. ¡Coraje, entonces! ¡valor! Bajo un peso tan pesado, la naturaleza humana vacilará, es verdad; pero el alma saboreará una dulce paz en el seno de Dios. No consideres la magnitud de tus ensayos; contempla más bien a Jesús, tu Amor crucificado, el Rey de dolores y de angustia. Si haces esto, todos tus sufrimientos serán sazonados con dulzura.




~San Pablo de la Cruz
Domingo 16 de Agosto del 2020