"Observo mis rasgos, como en un espejo, en el Espíritu de Dios (Santiago 1:23). El ser escondido en las profundidades del corazón se despierta, toma conciencia de la vida interna y se agita como un bebé en el vientre de su madre. Dejó un espacio silencioso en mi corazón para que la Palabra de Dios resuene en toda su pureza. Silencio mis ideas, mis estrechos puntos de vista y también mis intentos de apropiarse de la Palabra de Dios de una manera demasiado racional, restringiendo así para mis propios horizontes limitados en los que conservo solo lo que puedo entender y lo que encaja con mis categorías. En la oración me postro ante la Verdad de Dios, recibo la Palabra con humildad en mi corazón, y dejo que mi espíritu sea formado por ella y me rehaga a su imagen."
Lunes 05 de Noviembre del 2018
4 comentarios:
Querida hermana.Su texto es profundo y hermoso.Es en la oración donde descubrimos las verdades que el Espíritu Santo nos quiere comunicar.Verdades que nuestro egoísmo y amor propio no quiere escuchar y es por esto que, hasta que no descubrimos la riqueza de la oración,la vamos posponiendo.
La oración es buena y necesaria, tanto para el cuerpo como para el alma.La oración nos sosiega y pacifica, nos ayuda a ser positivos y misericordiosos.
Es en la oración donde descubrimos la grandeza del amor de Dios y nuestra pequeñez.Y es la oración donde cogemos fuerzas para seguir amando aún sin ser correspondidos en muchas ocasiones. La oración nos va transformando.
Muchas gracias por su amor y sabiduría.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias a ti, querida amiga. Tus palabras me inspiran y muy segura estoy, de que dan alegría al Señor.
¡A Él sea toda la gloria y honor!
Un fuerte abrazo, mi hermana.
La oración ensancha el corazón, hasta hacerlo capaz de contener el don de Dios. Sin Él, no podemos nada. Gracias, por su sencillez que Dios siempre este con usted, un fuerte abrazo.
Gracias hermana, la oración para mi, es la vida del alma,
el encuentro con el AMADO, lo más importante del día,
en ella nos vamos transformando a Su imagen, amando con
Su mismo Corazón.
¡Gracias! Dios la bendiga.
Feliz día del Señor. Un fuerte abrazo.
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