Jesús busca la comunión entre el cielo y la tierra, entre el Padre Celestial y nosotros; hijos de la Iglesia. Por eso es necesario orar mucho; orar, y amar a la Iglesia. Ahora la Iglesia está sufriendo mucho y necesita apóstoles que, al amar la comunión, al testimoniar y dar, muestren los caminos de Dios; necesita apóstoles, que viviendo la Eucaristía con el corazón, realicen grades obras.
La Iglesia, ha sido perseguida y traicionada desde sus inicios, pero ha crecido día a día. Es indestructible, porque Jesús le ha dado un corazón: LA EUCARISTÍA. La luz de su Resurrección ha brillado y brillará sobre ella. Por eso, no debemos temer y orar mucho por nuestros pastores: para que tengan la fuerza y el amor de ser puentes de salvación.
*La Fiesta de San Pedro y San Pablo
Viernes, 29 de Junio del 2018