Un signo obvio de apego es también tu tristeza en situaciones en las que Dios te quita algo. Él, por lo tanto, tomará aquello con lo que estás esclavizado —por lo tanto, todo lo que sea tu mayor enemigo, es lo que hace que tu corazón no sea libre para él. Cuando comiences a aceptar esto y lo hagas alegremente, serás cada vez más libre.
Durante tu oración en presencia del Señor, muéstrele no solo tus manos vacías, sino también sucias y contaminadas por los apegos e influencias del maligno; y ora para que tenga misericordia de ti. La oración solo puede desarrollarse en una atmósfera de libertad. Como discípulo de Cristo, eres llamado a la oración, y eso es a la oración contemplativa. Para que tu oración se convierta en contemplación, es decir, una mirada amorosa en Jesucristo, tu amado, un corazón libre es esencial. Es por eso que Cristo lucha tanto para que tu corazón sea libre. Él lucha a través de varios eventos, a través de dificultades y tormentas, al ponerte en situaciones difíciles, mientras te da la oportunidad de cooperar intensamente con la gracia. En todas estas situaciones, Cristo espera que tu intentes limpiar tu corazón manchado de apegos y de influencias nocivas. De esta manera, todos estos momentos difíciles y todas las tormentas son una gracia para ti. Están pasando por el Señor Misericordioso, que te ama tanto que quiere darte este magnífico regalo: el regalo de la libertad total de tu corazón. Tu corazón no debe estar dividido; debería ser un corazón únicamente para él.
Tener fe significa ver y entender el sentido de tu vida, de acuerdo con el Evangelio: Dios es lo más importante. Tu vida debe dirigirse a él: buscar y construir principalmente su reino creyendo que todo lo demás te será dado (Mateo 6:33). Dios quiere otorgar a cada persona todo su amor. Sin embargo, solo puede obsequiar a una persona solo en la medida en que se da, y en la medida de su franqueza, de su disposición a ser despojado de los apegos acumulados y pecaminosos para que se pueda hacer espacio para él. Es la fe la que crea en nosotros este vacío y hace limpieza en nuestro corazón para Dios.
Lunes 28 de Enero del 2019
Padre, Tadeusz Dajczer