¡Preparen el camino del Señor!


Señora nuestra del Adviento, concédenos la gozosa esperanza que descubre en lo cotidiano los pasos de la venida de Cristo.



¡Estén alerta para cuando llegue el Señor!
(Mc 13.33-37)





Domingo, 28 de Diciembre del 2021

¡Viva Cristo Rey!


 “A Él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás” (Daniel 7, 14).


¡Viva Cristo Rey!… Es el grito de alabanza de los cristianos de todas las épocas, es el reconocimiento explícito de la gloria eterna del Hijo de Dios y de la presencia de su Reino eterno entre nosotros. El mismo Jesús se reconoce ante Pilatos como Rey “Tú lo has dicho, soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo…” (Jn. 18, 37); y aunque causa sorpresa la manera de reinar de Cristo, tanto impacto en Pilatos esta revelación, que una vez Jesús hubo sido crucificado mando a poner un letrero sobre su cabeza con esta frase: “Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum” (INRI), “Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos” (Jn. 19, 19).

Así como en el culmen de la pasión, muerte y resurrección de Jesús nos es revelada la realeza de Cristo, también al inicio, en el misterio de su encarnación le era reconocida su realeza; así, pensemos en el anuncio del Ángel Gabriel a María: “Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. (Lc. 1, 30-33).

Pero la realeza de Cristo también es reconocida por otros reyes y por otras culturas, distintas al pueblo judío, sino, pensemos en la interrogante de aquellos magos del oriente que llegaron a Jerusalén: “…«¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo.»” (Mt. 2, 2).

Pero el reinado de Cristo es “de otro modo”; dice el Papa Francisco en su reflexión del Angelus para la fiesta de Cristo Rey 2015 que Los reinos de este mundo a veces se basan en la prepotencia, en la rivalidad, opresión; el reino de Cristo, es un “reino de justicia, de amor y de paz”. Esta es la gran lección para el cristiano que reconoce a Cristo como su Rey y Señor y que se compromete a la construcción de su Reino aquí en la tierra.

El Reino de Cristo es conquistado con la espada del servicio, gobernado bajo la ley del amor y establecido por la fuerza del Espíritu Santo. Jesucristo no es un rey entronizado y coronado en el oro, a diferencia de los criterios de este mundo, el trono de Cristo es una cruz, su corona es de espinas y su cetro la lanza que traspaso su costado; la mayor conquista del reinado de Cristo es su muerte en la cruz, que instauro su reinado de amor hasta los confines de la tierra, de esto, todos nosotros somos testigos.

Nos dice el Papa Francisco: Jesús se ha revelado como rey en la Cruz. Quien mira la Cruz de Cristo no puede dejar de ver la sorprendente gratuidad del amor. Hablar de potencia y de fuerza, para el cristiano, significa hacer referencia a la potencia del Cruz y en la fuerza del amor de Jesús: un amor que permanece firme e íntegro, también frente al rechazo, y que parece como el cumplimiento de una vida gastada en el total ofrecimiento de sí mismo a favor de la humanidad… Esto lo entendieron muy bien muchos mártires y santos de la Iglesia a lo largo de la historia.

¡Viva Cristo Rey! Es el reconocimiento del Reinado de Cristo vivo y entre nosotros; también fue el grito de batalla de tantos mártires mexicanos que se negaron a renegar de su fe, como el Beato Miguel Agustín Pro, que antes que negar su fe para salvar su vida, oro por sus verdugos, los bendijo, extendió sus brazos en cruz y exclamó fuertemente: “¡Viva Cristo Rey!”, seguido de los disparos que acabaron con su vida; y que decir del también Beato José Luis Sánchez del Río, que aunque le insistía que dijera “Muera Cristo Rey” a cambio de perdonar su vida, el seguía proclamando con fuerza camino a su calvario “¡Viva Cristo Rey!”, tanto que estas también fueron sus últimas palabras.

¿Y nosotros que? ¿Tendremos que esperar circunstancias tan difíciles para reconocer a Cristo como nuestro Rey? La mejor prueba de fe que podemos darle a Jesús hoy es precisamente reconocerle como “Rey de Reyes y Señor de Señores”, mi Rey, mi Señor, mi Dios y mi todo. No solo proclamarlo con la boca, sino testimoniarlo con la vida misma, invitando a Jesús a gobernar cada área de nuestra vida.

Como dice una alabanza tan hermosa del cantautor católico Joan Sánchez: “Si tú eres el Rey, el Rey de mi vida, el número uno en mi corazón, a ti yo te rindo todo lo que soy…”. Sí, si Jesús es Rey para mí, lo tiene que ser de toda mi vida: Señor y Rey de mi familia, Señor y Rey de mis relaciones de amistad, Señor y Rey de mi noviazgo, Señor y Rey de mi matrimonio… Él debe ser el único Señor y Rey de mis bienes, dinero, trabajo, tiempo; Señor y Rey de todo, el número uno de mi corazón, porque está al centro, ocupando el lugar principal que se merece y no el que quiero darle a conveniencia.

Si este día te sientes impulsado a proclamar a los cuatro vientos “¡VIVA CRISTO REY!”, hazlo, pero con el compromiso de vivir lo que proclamas y de darle a Cristo el lugar que se merece en su vida; solo así los cristianos podremos continuar extendiendo ese reinado de amor por todo el mundo, hasta los confines de la tierra, haciendo discípulos en todas las naciones y proclamando al mundo su amor y misericordia.



Solemnidad de Cristo Rey, del universo
Domingo 21 de Noviembre del 2021

Fuente:Ernesto Martínez.

"Como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, así también en Cristo abunda nuestro consuelo"

 

Cuando sufrimos, cuando tenemos dolor, tristeza, cansancio, adversidad o dificultades, y venimos a Jesús, no somos liberados de nuestra cruz, porque “el discípulo no está por encima de su maestro”, sino que somos consolados. Cristo mismo nos ha dicho que quiere que carguemos con nuestra cruz; es la condición indispensable para convertirse en su verdadero discípulo, pero también promete que refrescará a quienes vengan a encontrar en él un bálsamo para sus sufrimientos. 

Y Él mismo nos invita: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os refrescaré”. Sus palabras son infalibles. Si acudes a Él con confianza, ten la seguridad de que se volverá tiernamente hacia ti. ¿No fue él mismo aplastado por el sufrimiento hasta el punto de gritar: “Padre, pase de mí este cáliz de amargura”? San Pablo nos dice expresamente que una de las razones por las que Cristo deseaba soportar el dolor era para poder socorrer a los que acudieran a él. Él es el Buen Samaritano que se inclina sobre la humanidad que sufre y nos trae, con la salvación, el consuelo del Espíritu de Amor. De Él nace todo verdadero consuelo para nuestras almas. San Pablo nos repite: "Como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, así también en Cristo abunda nuestro consuelo". Ves cómo identifica sus tribulaciones con las de Jesús, ya que es miembro del cuerpo místico de Cristo, y cómo también de Cristo recibe consuelo.



Beato Columba Marmion
Sábado 29 de Octubre del 2021

¡OH AMADA CRUZ!

¡Que la santa cruz de Cristo permanezca siempre plantada en nuestro corazón! ¡Que nuestra mente sea injertada en este árbol de la vida y que produzca meritorios frutos de penitencia, a través de los méritos de la muerte del verdadero Autor de la vida! ¡Tu cruz es realmente grandiosa! Gracias a nuestro único Bien, quién te sostiene en la cruz. ¡Oh amada cruz! Oh santa cruz, árbol de la vida, de donde brota la vida eterna, te saludo, te abrazo, ¡te aprieto en mi corazón! Ah! estos son los sentimientos que deberían animarnos en nuestras pruebas. ¡Coraje, entonces! ¡valor! Bajo un peso tan pesado, la naturaleza humana vacilará, es verdad; pero el alma saboreará una dulce paz en el seno de Dios. No consideres la magnitud de tus ensayos; contempla más bien a Jesús, tu Amor crucificado, el Rey de dolores y de angustia. Si haces esto, todos tus sufrimientos serán sazonados con dulzura.




~San Pablo de la Cruz
Domingo 16 de Agosto del 2020

¡OH LLAMA DE AMOR, OH SANTO Y DIVINO ESPÍRITU!


¡Oh llama de amor viva
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva
acaba ya si quieres,
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida has trocado.

¡Oh lámparas de fuego
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con estraños primores
calor y luz dan junto a su querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!




Domingo de Pentecostés. (31 de Mayo del 2020)
*San Juan de la Cruz.

¡AVE, AVE MARÍA MADRE MÍA!

"Cómo tiemblan los demonios –afirma san Bernardo– con sólo oír el nombre de María. Y los demonios no sólo temen, sino que al oír esta voz se estremecen de terror. Así como los hombres–dice Tomás de Kempis– caen por tierra espantados cuando oyen el estampido de un trueno cercano, así caen derribados los demonios cuando oyen que se nombra a María. ¡Qué maravillosas victorias han obtenido sobre sus enemigos los devotos de María con sólo invocar su nombre!"



San Alfonso María de Ligorio. En: Las glorias de María
Martes. 13 de Mayo del 2020

LA GLORIA SE VE A TRAVÉS DE LAS LLAGAS

El misterio de la muerte y resurrección están integrados.


"Las heridas de su cuerpo nos dejan ver los secretos de su corazón. Y sus llagas nos dejan ver sus entrañas gloriosas".

"En Cristo se han encontrado, la miseria y la misericordia".


¡Dichosa Pascua de Resurrección!




(San Bernardo)
Domingo 12 de Abril del 2020

LA MORADA DE TU AMOR


Amados, es con el Pan de los Ángeles que Dios restaura sus cuerpos y almas. Dejen que sus corazones anhelen estar con Él y ser refrescados por Su amor. Cuando no puedas estar físicamente en su presencia, deja que tu deseo te lleve ante Él.

La Sagrada Eucaristía a menudo vigoriza y fortalece incluso el cuerpo. ¡Oh infinita misericordia de nuestro soberano bien! Este maravilloso efecto procede del gran vigor que el pan de los ángeles comunica al alma y que reacciona sobre el cuerpo.

Oh Jesús, escondido bajo los velos eucarísticos, has dicho: "Si alguno tiene sed, que venga a mí, y yo lo refrescaré". Apaga mi sed.... En verdad, en verdad, Jesús me ha refrescado; y en algún día futuro Él apagará por completo mi sed.

Dios mío, el tabernáculo es la morada de tu amor, preparado por ti para los que amas. ¿Cuándo podré, durante las horas de profunda soledad, comunicarme con mi Amor Eucarístico al pie del altar sagrado? ¿Quién me dará las alas de una paloma para que pueda tomar mi vuelo al Sagrado Corazón de mi Jesús?




San Pablo de la Cruz
Martes 17 de Marzo del 2020

EL SANTO DESEO

Da rienda suelta a tu deseo de Dios; El amor más deseable que la vida en este mundo. Déjate ser barro en sus manos, confiando en su voluntad para ti, ya sea en la desgracia o el honor. Cada deseo debe ser perfeccionado al ser consumido en el fuego del amor de Dios y el deseo de agradar a Dios debe estar por encima de todos los demás.

¿Cuándo estaremos muertos para todas las cosas para que podamos vivir solo para Dios? Ah! sí, ¿cuándo llegará ese momento? ¡O preciosa muerte! más deseable que la vida; ¡muerte que a través del amor, nos transforma en Dios! San Juan Crisóstomo dijo: Silentium, quod lutem prabet figulo, idem ipse prabe conditori tuo. ¡O, qué frase! Él decía: "Como el barro está en silencio en las manos del alfarero, tú también debes estar en silencio en las manos de tu Creador". La arcilla permanece en silencio, ya sea que el alfarero la convierta en una vasija de honor o de ignominia; ya sea que la rompa o la arroje a la basura; se contenta con ser descartada o ser colocada en una galería de arte. Graba esta enseñanza en tu memoria.

Incluso los deseos más santos, ya sea que se refieran a la salvación de las almas o las necesidades de la Iglesia, que son muy grandes, deben consumirse en el fuego del amor de Dios, de donde proceden y esperan el tiempo de Dios para su cumplimiento. Mientras tanto, cultiva un solo deseo, el más perfecto de todos; es decir, agradar a Dios cada vez más y alimentarte con su voluntad.




(San Pablo de la Cruz)
Lunes 13 de Enero del 2020

SEÑOR, ¡QUÉ HONOR NOS HACES AL LLAMARNOS A ADORARTE!

Dios mío, ¡qué honor nos has hecho al llamarnos a adorarte! Danos la gracia para corresponder a este llamado. Te lo pedimos a través de la mediación de tu Santísima Madre, para que podamos saber cumplir fielmente el endeudamiento de adorarte. Adorarte en espíritu y en verdad, con todo nuestro ser; inmolados a tu grandeza todo lo que somos.

Para adorar continuamente no es necesario decir: "Dios mío, te adoro". Basta con atender interiormente a Dios, quien está presente. Debemos mantener un profundo respeto por la reverencia de Su grandeza, creyendo que Él está en nosotros como Él realmente es. Es por lo tanto, en la intimidad de tu alma, donde mora el Dios de la majestad, que debes adorar continuamente.
Imagina que Él te dice interiormente: Siempre estoy en ti. Permanece en mí, piensa en Mí y pensaré en ti, y me encargaré de todo lo demás. De vez en cuando, coloca tu mano sobre tu corazón, diciéndote a ti mismo: Dios está en mí. Y Él está aquí no solo para sostener mi vida física, como criatura irracional, sino que está aquí actuando y operando, para elevarme a la perfección más alta, si no pongo obstáculos en el camino de Su gracia.

Mantente totalmente a mi disposición, como yo estoy a tu disposición; no vivas separado de mí, dice el Señor. Como dice la Escritura: “el que come de mí, vivirá por mí; Él morará en mí, y yo en él "(Juan 6:58 y 6:57). ¡Felices aquellos que entienden estas palabras y que adoran en espíritu y en verdad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! Si deseamos vivir el misterio de la Epifanía, también son felices los que adoran al Niño Jesús en Su sagrado nacimiento junto con los santos Magos.


¡Santa Epifanía!


Lunes 05 de Enero del 2020
(Face of Christ)

MARIA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA

Ella solo puede adorar en silencio

María ha concebido al Hijo de Dios; Dios está en su vientre en medio del mundo; El útero de María, rigurosamente hablando, es el centro del universo creado, y ella solo puede adorar en silencio los hechos y la presencia de Dios dentro de ella. Ser la Madre de Dios es una realidad que llena toda la gama de potencialidades humanas, tanto; que su quietud y silencio perfectos son densos por ser de una manera que ningún acto o palabras serian. Su adoración y acción de gracias no permiten tiempo para palabras o acciones externas. Su atención y toda su energía se consumen hacia la quietud y la humildad de este Dios disminuido que habita en ella. 

María, agobiada con su carga, habiendo concebido por el Espíritu Santo, se retiró lejos de la vista de los hombres, en las profundidades del oratorio subterráneo, como la paloma en el cántico que vuela hacia la hendidura en la roca. Ella no se mueve, no dice una palabra, solo adora.

Ella esta entre el mundo, porque su Dios ya no está afuera. ¡Él es su ocupación, su hijo, su amor y el fruto de su vientre!

La Theotokos, la Portadora de la Vida, ella es todo esplendor silencioso, el Arca viva del Nuevo Pacto que contiene el maná eucarístico de Dios en la carne.




María Madre de Dios
(Erasmo Merikakis) 01 de Enero del 2020

JESÚS YACE EN EL PESEBRE, LLEVANDO LAS RIENDAS DEL MUNDO

«Es la misma humildad la que da en rostro a los paganos. Por eso nos insultan y dicen: ¿Qué Dios es ése que adoráis vosotros, un Dios que ha nacido? ¿Qué Dios adoráis vosotros, un Dios que ha sido crucificado? La humildad de Cristo desagrada a los soberbios; pero si a ti, cristiano, te agrada, imítala; si le imitas, no te sentirás cansado, porque Él dijo: Venid a mí todos los que estáis cargados»





Navidad del 25 de Diciembre año 2019
*(San Agustin)

JESÚS ES MI ALIMENTO Y YO SOY EL SUYO.

¿Tu corazón se siente endurecido e incapaz de rezar? No te angusties. Déjate descansar en Él aunque tu alma esté inquieta. Porque en tus profundidades tiene lugar la operación más dulce y divina. Dios se nutre de tu espíritu y tu espíritu se sustenta en el Espíritu de Dios. Esta morada y abrazo mutuos del amor no depende de tus sentimientos.

La oración nunca es más perfecta que cuando asciende desde la profundidad y esencia del alma; oramos, entonces, en el espíritu de Dios. Este es un lenguaje sublime, pero cuando Dios quiere, incluso las piedras hablan. Deja que el Soberano Dios reine en tu espíritu; allí debería haber un descanso recíproco: Dios en ti y tú en Dios. ¡Oh dulce, oh divina operación! Dios se alimenta a sí mismo, déjame decirte por falta de una palabra mejor: Dios se alimenta de ti mismo con tu espíritu, y tu espíritu se sostiene a sí mismo con el Espíritu de Dios: Jesús es mi alimento, y yo soy el suyo. No hay ilusión posible en esta operación, porque es un trabajo de fe y amor.




San pablo de la cruz
Viernes 13 de Diciembre del 2019

VIRGEN INMACULADA, MADRE NUESTRA

Santa María, Madre de Dios, te abro la puerta de mi corazón y te doy la bienvenida a cada parte de mi vida. Entra, brilla con tu brillo inmaculado en cada rincón oscuro; deja que la fragancia de tu pureza disipe los vapores fétidos de mis pecados; cambialos por charcos de dulzura, los charcos de amargura que durante tanto tiempo han envenenado los lugares profundos de mi corazón. 

Demasiado tiempo he tratado de vivir sin tu belleza virginal para llenar mis ojos, sin tu solicitud maternal, para limpiar mis lágrimas, y sin tu buen consejo para guiarme en el camino de la paz. Permanece conmigo, Oh Inmaculada Concepción, Oh Reina asunta al cielo -Oh Alegría de todos– Oh Dolor quiero tener para que pueda comenzar por fin a no preferir nada en absoluto al amor de Cristo. A gastarme en adoración de Su Sacratísimo Cuerpo, y para encontrar en toda esa obediencia, me pide la voluntad de Aquel que en su inescrutable sabiduría y misericordia inagotable me ha llamado a esta vida, en este lugar que te pertenece, con tus hijos; hermanos que has elegido para mí. Y para todos nosotros, muéstrate siempre como una Madre, y a la hora de nuestra muerte sé para nosotros el consuelo final de la vida y la puerta abierta del cielo. Amén.




La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
Domingo 8 de Diciembre del 2019
(Escrita por un monje)

DESNÚDATE PARA VESTIRTE YO

Desnúdate para vestirte Yo, que visto y adorno a los pobres de espíritu con las joyas que los hacen agradables a mis ojos, ¡y no te puedes imaginar su belleza!

Quiero que subas hoy un escalón que sirve maravillosamente para lo que pretendes, se llama esta virtud: INDIFERENCIA.

Te quiero indiferente a todo lo que no sea Yo, o mis complacencias, que igual estés en el cielo o en un agujero...

Quiero me dijo Jesús, que poseas la virtud de la paciencia. Y con estas luchas la ejercitarás, pues nada es más difícil que la paciencia contigo misma.

Tu vida material es mía, pero en tu vida de la gracia hay algo que no es mío, y es tu libertad; esa VIDA TUYA es la que libremente debes dar a tu VERBO.

Búscame siempre; me gusta que me busques, porque esta pena me prueba el amor, y si vieras que poco amor encuentro en los corazones, en el mundo, en los míos.

No me busques en las criaturas, ni en la disipación; búscame en el santuario de tu alma, en el retiro y en la soledad de tu corazón.

Descansa en Mí, que aunque no me veas, Yo nunca abandono lo que es mío.




Beata Concepción Cabrera de Armida
Sábado 16 de Noviembre del 2019

MI CORAZÓN ES TU TABERNÁCULO

Busca siempre prepararte para recibir al Señor con un corazón puro y deja que los sentimientos de amor toquen todo lo que haces durante el día. Conviértete en un tabernáculo vivo para Cristo y en las pruebas y dificultades del día permítete descansar en el seno de su Amor celestial.

Te exhorto, aunque vivas en el mundo, a comunicarte a menudo, pero con piedad. La Sagrada Comunión es el medio más eficaz para unirse a Dios. Siempre prepárate bien para este banquete sagrado. Ten un corazón muy puro y cuida tu lengua, porque es sobre la lengua donde se coloca la Sagrada Hostia. Lleva a Nuestro Señor a casa contigo después de tu acción de gracias, y deja que tu corazón sea un tabernáculo vivo para Jesús. Visítalo a menudo en tu tabernáculo interior, ofreciéndole honor y los sentimientos de gratitud con los que te inspirará el amor divino.

Resguarda cuidadosamente los sentimientos de amor con los que está lleno después de la comunión. No podrías amar a Jesús si no gozarás de la fuente viva del amor santo y puro, es decir, el Espíritu Santo. Nuestro divino Redentor dijo:

"El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: 'De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.' (Juan 7:38)

Esto lo dijo del espíritu que deberían recibir los que creyeran en él. Por lo tanto, cuando Dios enciende en ti las llamas del amor divino, santo, puro y sin mancha, déjate desaparecer en el bien infinito y, como un bebé, duerme el sueño de la fe y el amor en el seno de tu Amado Celestial.




San Pablo de La Cruz
Jueves 07 de Noviembre del 2019

«YO SOY EL SEÑOR TU DIOS»

«Estad quietos, y conoced que Yo Soy Dios» (Salmo 46:10)


Que otros sirvan a Dios, ustedes deben unirse a él. Que otros crean, conozcan, amen y veneren a Dios; ustedes deben saborearle, aprehenderle, compenetrarse con él, gozarle. Cosa grande y sublime es ésta, sin duda; pero poderoso y bueno es el que está con ustedes como bondadoso prometedor, fiel remunerador y protector infatigable. Él mismo concede la firmeza y el deseo conjuntamente a quienes por su amor emprender grandes cosas, y con fe y confianza en su gracia, asumen tareas que superan sus fuerzas.



Guillermo de Saint – Thierry
Viernes 18 de Octubre del 2019

¡MUCHOS ROSARIOS!

Cuando la Santísima Virgen María apareció en Fátima en 1917, dijo que el pequeño Francisco, que entonces tenía nueve años, iría al cielo, pero que primero tendría que rezar muchos rosarios. Después de eso, a menudo se veía al niño rezando el Rosario intensamente. Lo que me intriga es la insistencia de Nuestra Señora en - casi dudo en decirlo - ¡cantidad! ¡Muchos rosarios!

Hay algo que decir para perseverar en rezar década tras década, y Rosario tras Rosario. Cuando uno no puede rezar bien, al menos debe rezar mucho. "Y él les contó una parábola, en el sentido de que siempre debían rezar y no desanimarse" (Lc 18, 1). Quien reza  Rosario tras rosario está, en efecto, ofreciendo a Dios la materia prima de la oración, confiando en que Él, en su propio tiempo, le prenderá fuego con el fuego del Espíritu Santo.

Quién reza “muchos rosarios” le presenta a Dios una señal conmovedora del deseo ardiente de hacerse digno de la gracia inestimable de la oración incesante. A veces, lo mejor que se puede hacer es rezar mucho, pidiéndole a la Madre de Dios, todopoderosa en su súplica, que obtenga que el Espíritu Santo puede transformar la pura materialidad de las oraciones en "adoración en espíritu y en verdad "(Jn 4:24) que el Padre busca.

El rosario de los santos 

El beato Juan XXIII rezó todos los quince misterios del rosario todos los días. También lo hizo el Siervo de Dios, el Padre Marie – Joseph Lagrange, OP, distinguido exegeta y fundador de la École Biblique de Jerusalén. San Pío de Pietrelcina rezó el Rosario sin cesar, al igual que San Gaetano Catanoso, el humilde Apóstol de la Santa Faz. Toda la vida de San Juan Pablo II estuvo imbuida del Santo Rosario.

Los santos derriban nuestras coartadas: “No tengo tiempo; Estoy demasiado ocupado”. ¿Entonces estás más ocupado que Juan XXIII, Padre Pío o Juan Pablo II? Hay una sabiduría comprobada al comenzar el primer Rosario del día antes de levantarse por la mañana. Ese primer rosario despierta el tono para el resto del día. El Rosario, rezado en momentos libres durante todo el día y nuevamente al final del día, se convierte, casi imperceptiblemente, en una forma de oración incesante.

Quién "reza muchos rosarios", como lo hizo el beato Francisco de Fátima, vendrá rápidamente a vivir en María y con María. María se convertirá para esa alma, como dice Gerard Manley Hopkins, "como el aire que respiramos". Y dónde está María, el Espíritu Santo desciende poderosamente para sanar, liberar del pecado, glorificar a Cristo y escondernos con Cristo y con su madre en el seno del padre.

Las palabras de Nuestra Señora, de que Francisco tendría que decir "muchos rosarios" antes de ir al cielo, han dado lugar a todo tipo de interpretaciones, algunas de las cuales ensombrecen al pequeño niño de nueve años. El especialista y autor de Fátima, Leo Madigan, ofrece la explicación más clara y sensata. Él escribe que "Francisco iría al cielo, pero había tiempo para muchos rosarios antes de que eso sucediera". Las palabras de Nuestra Señora no contenían una amenaza velada, ni una advertencia ominosa. Ella le habló a Francisco como madre. Mientras esperaba para ir al cielo, tuvo tiempo de rezar muchos rosarios. Para Francisco, ese conocimiento fue un regalo y una alegría. Francisco murió, después de rezar sus "muchos rosarios", el 4 de abril de 1919.



Nuestra Señora del Rosario.
Lunes 07 de Octubre del 2019

CONTEMPLO TU MORADA

DESDE este valle de lágrimas, fija continuamente tu mirada hacia Dios, esperando siempre el momento en que te unirás a Él en el cielo. A menudo contempla el cielo y exclama fervientemente: ¡Qué hermosa morada hay arriba! ¡Está destinada para nosotros! Suspira ansiosamente después de su poderío. A veces di, mientras tus ojos están húmedos de lágrimas: nada en este mundo me agrada; ya no me importa nada más que mi Dios. Sí, espero, sí, deseo poseerlo, y espero por la misericordia de Dios, a través de los méritos de la Pasión de mi Salvador y los dolores de mi buena Madre, la Virgen María.




~San Pablo de la Cruz~
Lunes, 16 de Septiembre del 2019

"LA LOCURA DE LA CRUZ"

¿ESTÁN LOS CRISTIANOS LLAMADOS A GANAR?

"El mundo con su propia sabiduría no reconoció a Dios en la sabiduría manifestada por Dios en sus obras. Por eso Dios ha preferido salvar a los creyentes por medio de una doctrina que parece una locura." (1 Corintios 1:21) “Los judíos piden señales y los griegos buscan saber, nosotros predicamos un Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los paganos, en cambio para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y sabiduría de Dios: porque la locura de Dios es más sabia que los hombres y la debilidad de Dios más potente que los hombres” (1 Cor 22).

El evangelio y la derrota.

Como católicos, debemos responder con un rotundo No. En ninguna parte de las escrituras hay alguna referencia a "ganar". Todo lo contrario. Una y otra vez, estamos llamados a morir, a llevar nuestras cruces. Estamos llamados a dar muerte al hombre viejo y caminar en la vida del Espíritu Santo. Se nos dice que los pobres de espíritu y los que sufren son bendecidos. Se nos dice que los marginados, despreciados y quebrantados de este mundo heredarán el reino de los cielos. El primero será el último. Los pobres serán ricos. Los humildes serán exaltados. Los más grandes son los que sirven.

A lo largo del ministerio de Jesús, sus discípulos querían ser ganadores. Querían ser los primeros. Claro, dejaron todo atrás para seguir a Cristo, pero también esperaban una gran recompensa, un lugar alto en su reino mesiánico terrenal que pronto sería anunciado. Tan intenso era su celo por la exaltación terrenal que estaban constantemente discutiendo sobre quién obtendría el lugar más alto. El primer lugar. Y cada vez que Jesús hablaba de su destino, la muerte en la cruz, lo reprendían y le decían que eso no podía, no podía, sucederle a Él. El triunfo terrenal era lo único en sus mentes.

Pero entonces sucedió lo impensable. Su Mesías fue arrestado, golpeado hasta la pulpa, burlado y crucificado junto a criminales comunes y corrientes. Estaban estupefactos, ¡estupefactos! ¿Cómo podría ser esto? El Mesías debía pisotear a sus enemigos, ¡pero ahora sus enemigos lo clavaron en una cruz! Su Mesías, su Dios, fue completamente derrotado, totalmente avergonzado ante los ojos del mundo. Aún no sabían que servían a un Dios que se vaciaba a sí mismo, un Dios que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Un paradigma invertido 

El Evangelio es simplemente la inversión de todos los valores humanos. Se trata de las prioridades del orgullo de cabeza y hacia dentro. Solo abrazando la muerte y la derrota, el camino de la cruz, podemos entrar en el gozo de la vida eterna.

El evangelismo americanizado de la prosperidad y la victoria en esta tierra es ajeno al cristianismo histórico y la fe de los apóstoles. Tal evangelio no tiene sentido en la ardiente fragua de los campos de concentración y prisioneros. Lugares donde se hacen los santos. Lo cual no es más que una burla cruel a un mártir que está siendo torturado y asesinado en imitación de su Señor crucificado. Y tal evangelio sería irreconocible para los cristianos de las catacumbas que fueron a cantar alegremente cuando los llevaban a ser triturados por los leones. El enigma misterioso de la cruz sólo Dios lo entiende. Y los Santos, en la medida que él les concede. Por cierto, a Jesús lo crucificaron los romanos instigados por las autoridades religiosas de los judíos. Este falso evangelio para muchos, no es más que una mentira superficial y no importa cuán agradable pueda sonar.

"Porque el lenguaje de la cruz es una locura para los que se pierden; pero para nosotros, que nos salvamos, es poder de Dios." (1 de Corintios 1:18)

La cruz es el camino de la alegría

El mundo nunca es amigo del verdadero cristianismo. El amor vino al mundo, y el amor fue crucificado por el mundo. Si queremos seguir a Cristo, debemos estar preparados para la derrota, porque estamos llamados a seguir a un Señor que enfrentó la derrota definitiva — la vergüenza y la ignominia de la cruz. El siervo no es mayor que su amo.

Eso no quiere decir que la vida cristiana sea de miseria y tristeza, ni significa que debamos buscar persecuciones o sufrir un complejo de víctimas. Lejos de ahí, descubriremos que hay una tremenda alegría en el camino de la pequeñez y la humildad que sigue a Cristo. Innumerables mártires, confesores y santos en medio de mucho sufrimiento son testigos de este hecho. Y esta alegría es mucho más satisfactoria y duradera que la alegría que ofrecen las insignificantes promesas del mundo.

El "cristianismo" de este mundo predica el éxito, la victoria, la prosperidad, la fe sin obras, y la gloria. Y los que siguen "ese evangelio", tal vez tienen su recompensa, pero en cuanto a nosotros, digamos como San Pablo: «¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo!» (Gal 6,14). «Me glorío en mis debilidades... en las persecuciones padecidas por Cristo» (2 Cor 12,9).




Exaltación de la Santa Cruz
Sábado, 14 de Septiembre del 2019

PARA MI LA VIDA ES CRISTO, Y LA MUERTE UNA GANANCIA

Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Nada trajimos al mundo; de modo que nada podemos llevarnos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza.

¿No has oído aquella palabra del Señor: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos? Y allí donde un pueblo numeroso esté reunido por los lazos de la caridad ¿no estará presente el Señor? Él me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas que me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Éste es mi báculo, ésta es mi seguridad, éste es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo.

Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña. Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: «Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que haga.» Éste es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también.

Además, donde yo esté estaréis también vosotros, donde estéis vosotros estaré también yo: formamos todos un solo cuerpo, y el cuerpo no puede separarse de la cabeza, ni la cabeza del cuerpo. Aunque estemos separados en cuanto al lugar, permanecemos unidos por la caridad, y ni la misma muerte será capaz de desunirnos. Porque, aunque muera mi cuerpo, mi espíritu vivirá y no echará en olvido a su pueblo.

Vosotros sois mis conciudadanos, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mis miembros, mi cuerpo y mi luz, una luz más agradable que esta luz material. Porque, para mí, ninguna luz es mejor que la de vuestra caridad. La luz material me es útil en la vida presente, pero vuestra caridad es la que va preparando mi corona para el futuro.




De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo
(homilía antes de partir en exilio, 1-3: PG 52, 427-430)
Viernes, 13 de Septiembre del 2019

VITA VESTRA EST ABSCONDITA CUM CHRISTO UN DEO

Vuestra vida está escondida ahora con Cristo en Dios. (Colosenses 3:3)

Algunos están llamados a no hablar mucho, ni a conversaciones sobre la Iglesia, sino, más bien, a un silencio profundo y a una vida oculta en el corazón de la Iglesia, lejos de hablar en lenguajes, de especulaciones y discordias.

Estas almas Nuestro Señor llama al silencio para ser como Él en el Sacramento de Su Amor. A estos los llama a esconderse incluso cuando está escondido en sus tabernáculos.


Esta es la esencia de una vida monástica eucarística: no para ser visto, sino para permanecer oculto; No hablar mucho, sino entrar en el silencio de la Hostia..

Es suficiente que Él vea tales almas. Es suficiente que puedan conversar con Él en cualquier momento, derramando libre y espontáneamente sus corazones en Su Corazón.

Buscando silencio, tales almas encontrarán la Palabra. Buscando el ocultamiento, brillarán con el esplendor de su rostro.




Lunes, 09 de Septiembre del 2019

¡OH ETERNA VERDAD, VERDADERA CARIDAD Y CARA ETERNIDAD!

Habiéndome convencido de que debía volver a mí mismo, penetré en mi interior, siendo tú mi guía, y ello me fue posible porque tú, Señor, me socorriste. Entré, y vi con los ojos de mi alma, de un modo u otro, por encima de la capacidad de estos mismos ojos, por encima de mi mente, una luz inconmutable; no esta luz ordinaria y visible a cualquier hombre, por intensa y clara que fuese y que lo llenara todo con su magnitud. Se trataba de una luz completamente distinta. Ni estaba por encima de mi mente, como el aceite sobre el agua o como el cielo sobre la tierra, sino que estaba en lo más alto, ya que ella fue quien me hizo, y yo estaba en lo más bajo, porque fui hecho por ella. La conoce el que conoce la verdad.

¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad! Tú eres mi Dios, por ti suspiro día y noche. Y, cuando te conocí por vez primera, fuiste tú quien me elevó hacia ti, para hacerme ver que había algo que ver y que yo no era aún capaz de verlo. Y fortaleciste la debilidad de mi mirada irradiando con fuerza sobre mí, y me estremecí de amor y de temor; y me di cuenta de la gran distancia que me separaba de ti, por la gran desemejanza que hay entre tú y yo, como si oyera tu voz que me decía desde arriba: «Soy alimento de adultos: crece, y podrás comerme. Y no me transformarás en substancia tuya, como sucede con la comida corporal, sino que tú te transformarás en mí».

Y yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti, y no lo encontraba, hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, el que está por encima de todo, Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: Yo soy el camino de la verdad, y la vida, y el que mezcla aquel alimento, que yo no podía asimilar, con la carne, ya que la Palabra se hizo carne, para que, en atención a nuestro estado de infancia, se convirtiera en leche tu sabiduría por la que creaste todas las cosas.

¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de tí aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.



Del libro de las Confesiones de san Agustín, obispo. (Libro 7,10.18,27)
Agosto 28 del 2019