Hasta que miremos a una persona y veamos la belleza que hay en ella, no podemos contribuir nada a él o ella. Uno no ayuda a una persona discerniendo qué está mal, qué es feo, qué está distorsionado. Cristo miró a todos los que se encontró, a la prostituta, al ladrón, y vio la belleza escondida allí. Tal vez estaba distorsionada, tal vez dañada, pero no dejaba de ser belleza, y lo que hizo fue llamar a esta belleza.
«Amaos los unos a los otros como yo os he amado» El punto de partida no es el mandamiento («Amaos los unos a los otros») sino el don («como yo os he amado»). Porque él nos ha amado primero, nos ha enseñado qué es el amor y nos ha capacitado para amar como él nos ha amado.
(Juan 13,34; 15,12)
Domingo 06 de Mayo del 2018
3 comentarios:
¡A nadie le debeis nada más que amor!.
Si,tenemos una gran deuda de amor,
amar como el El nos ha amado...
¡Que locura de AMOR...Es lo que
más me enamora de Jesucristo Su
GRAN AMOR...
Ya pudiera trasladar montañas
quemarme en la hoguera, repartir
todos mis bienes a los pobres,
si no tengo amor de nada me sirve...
(1 Corintios 13)
Gracias.! Dios te bendiga. Un fuerte abrazo.
Una gran lección de vida la que aprendemos hoy con tu reflexión.
Aunque lo sepamos y pensemos que ha de ser así,en muchas ocasiones nos puede más
la indignación, al ver tantas injusticias,ofensas y menosprecios a la Iglesia y a
las personas humildes que solo hacen bien.
Ya decía san Juan Pablo 2º que hemos de rechazar el pecado pero nunca al pecador.
El alma del ser humano es un misterio muy grande y siempre puede ser rescatada del sin sentido y la muerte.Paguemos con la oración y el sacrificio su rescate.
Muchas gracias.
Un abrazo afectuoso
carmen
Belleza de pensamiento, gracias por compartirlo.
mariarosa
Publicar un comentario